jueves, 24 de abril de 2014

Del sueño americano a una auténtica pesadilla


Del sueño americano a una auténtica pesadilla
Por comer y nutrirse incorrectamente, el “sueño americano” puede convertirse en una verdadera “pesadilla americana”.

Comer mal puede destruir no solo la salud de una persona, y la tranquilidad de una familia, sino que también aun contado con un seguro de cobertura médica, puede destruir completamente el patrimonio individual o familiar, dejando a las personas o a las familias en una auténtica bancarrota. Pero además, con el hecho de que la mayoría de las personas se están alimentando erróneamente, se corre el riesgo de arruinar también, el sistema sanitario y la viabilidad económica de esta gran nación.

Este es el primero de una serie de artículos que tienen como propósito proporcionar al amable lector una a serie de conocimientos sobre nutrición, que se podrán utilizar como una herramienta sumamente efectiva con la finalidad de evitar engordar y enfermar, así como de mejorar el estado de salud, la calidad de vida y aumentar con ello la expectativa de una vida longeva y saludable.

Por: Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
Director ejecutivo de Biogenesis Institute y editor en jefe de Pro Salud News.
Seattle Washington.

A la mayoría de las personas nos gustaría vivir el mayor tiempo posible, con una buena salud, con pleno vigor, conservando desde luego, nuestras facultades físicas y mentales; los expertos en el tema, nos aseguran que eso es posible, porque el cuerpo humano está hecho para vivir un periodo de tiempo máximo de entre 110 a 120 años, gozando de buena salud y con plenitud de nuestras facultades humanas.

Durante los últimas décadas (periodos de 10 años), hemos logrado aumentar de manera significativa nuestro periodo promedio de vida, gracias a que se ha conseguido abatir eficazmente el hambre, las enfermedades infantiles y a que se ha mejorado la higiene en las zonas urbanas. Sin embargo, aunque la gente vive ahora más tiempo, esta ganancia de tiempo de vida se ha logrado con un estado de salud y una calidad de vida, cada vez más precarios.

La decadencia de la salud y las enfermedades crónicodegenerativas se ha convertido en una epidemia aparentemente incontrolable, que amenaza la tranquilidad y la economía de las personas, de las familias, de la sociedad y de las naciones.

Periodo promedio de vida
Cuando las personas nacidas en un mismo periodo de tiempo, alcanzan una edad aproximada de 75 años, en ese momento, la mitad de esas personas han muerto ya, y la otra mitad siguen vivas, a esto se le llama periodo promedio de vida.

Sin embargo, las personas que alcanzan a vivir ese periodo promedio de vida y que continúan vivas lo hacen gozando de un pésimo estado de salud y una precaria calidad de vida. La senilidad caracterizada por la aceleración de la decadencia física y mental, así como las diversas enfermedades y malestares que sufre el hombre moderno, nos van incapacitando progresivamente, minando con ello también nuestras finanzas personales y familiares, la calidad de vida y el desarrollo humano, comprometiendo nuestro futuro.

Pero aun, ante el avance de la epidemia de obesidad y de enfermedades, el declive de nuestras facultades físicas y mentales, se inicia ahora a una mediana edad, entre los 40 y los 50 años, y algunas veces antes de esa edad.

Hasta la fecha, a pesar de todas las medidas preventivas, el debilitamiento físico y mental, el exceso de peso y las enfermedades crónicodegenerativas continúan con su implacable avance extendiéndose a personas cada vez más jóvenes. En este estado de cosas, muy pocas personas se sienten bien, con entusiasmo y con fuerzas suficientes para trabajar duro, para triunfar en la vida.

El cansancio crónico ha hecho presa a la mayoría de las personas; y las enfermedades que en la antigüedad atacaban únicamente a los adultos de mediana edad y a los adultos mayores, ahora atacan jóvenes, adolescentes y niños. Ningún segmento demográfico, estrato socioeconómico, raza o etnia o nacionalidad, escapan a esta preocupante epidemia.

Los expertos aseguran y predicen que si bien en las últimas décadas se había logrado incrementar el periodo promedio de vida, ahora estamos ante un evidente retroceso en el estado de salud y de longevidad (tiempo de vida) de las personas. Ahora enfrentamos una probable disminución en la expectativa de vida, de tal manera que las personas de las nuevas generaciones estarán cada vez más enfermas y morirán cada vez más jóvenes, disminuyendo con ello progresivamente lo que se había ganado en salud y longevidad durante el siglo XX.

Antes, los hijos enterraban a sus padres, ahora, nos dicen los estudiosos del tema, que poco a poco, veremos un proceso inverso, por el cual los padres empezarán a enterrar a sus hijos, quienes gozarán de una menor calidad de su salud, teniendo por lo tanto una muerte prematura.

Por otra parte, la mala salud, el debilitamiento físico y mental y el cansancio crónico, han ido disminuyendo fuertemente el desempeño humano en el estudio, en el trabajo, en el deporte y en las relaciones sociales. En la medida en que empeora la salud, la gente se va tornado cada vez más irritable, insociable y agresiva afectando el entorno familiar, social y laboral. El ausentismo y la disminución en el desempeño en el estudio y en el trabajo, así como el elevado costo de la atención a la salud por el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la enfermedad cardiaca y cerebrovascular, etcétera, repercute gravemente en el grado de la calidad de la vida y del desarrollo humano.

De esta manera, el anhelo de lograr una vida larga y saludable, libre de enfermedades, con plenitud de las facultades físicas y mentales y un mejoramiento en la calidad de la vida, se va truncando progresivamente. Y aunque aquí nos referimos principalmente a lo que sucede en Estados Unidos de Norteamérica, en donde el “sueño americano” se está tornando en una “pesadilla americana”, los demás piases no se libran, ya que este fenómeno de mala salud y de enfermedad, así como de disminución de la calidad y de la expectativa de vida, se está extendiendo como una plaga global que afecta a todos los piases, convirtiéndose en una amenaza para el desarrollo y la estabilidad social y económica de todo el mundo.

La buena noticia, es que actualmente contamos con suficientes conocimientos para evitar engordar y enfermar como lo ha estado haciendo la mayoría de la gente. Cada uno de nosotros puede implementar sencillas y eficaces medidas nutricionales y de estilo de vida, encaminadas a prevenir las enfermedades, a mejorar la salud y en algunos casos a sanar, si es que ya está uno enfermo.

En los siguientes artículos nos extenderemos con mayor amplitud en algunos de los aspectos aquí mencionados para que se comprenda mejor por qué los alimentos industrializados nos engordan y nos hacen daño. Expondremos una serie de  recomendaciones nutricionales y de estilo de vida, que pueden mejorar nuestra salud, nuestra calidad de vida, e incrementar la probabilidad de una larga vida plena de vigor, de energía y de felicidad.

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